Y una vez más (y van cuatro), estamos aquí
cumpliendo, por ahora, con los plazos establecidos por el Desafío de los 30 Días, como me gusta llamarle. La cuarta jornada
debe dar respuesta a quién es el mejor narrador que hemos tenido. Una pregunta
bastante complicada.
Mi primer obstáculo viene dado por haber sido
gran parte de mi vida Director de Juego. El 90% de mi tiempo invertido en
partidas ha sido como Máster. Dicho así, no he tenido la fortuna de compartir
mis habilidades como jugador bajo la batuta de todas las personas con las que
me gustaría, pero creo que son suficientes. Valorar lo mejor que puede tener un
DJ en pocas palabras es complicado, pues es tremendamente subjetivo: depende de
lo que cada jugador busque en una partida concreta.
Yo suelo ser bastante tolerante en el estilo
de dirigir. Otra cosa es que me gusten más determinas aspectos. En mi corta
experiencia como jugador he tenido la suerte de encontrar formas de dirigir muy
diferentes, e incluso parejas con las mías. Jugadores que se han sumergido en
este mundillo aprendieron bajo mi dirección, y que ellos puedan narrarme es un
orgullo muy especial, sobre todo cuando observas que algunas cuestiones están
inspiradas claramente en uno. Considero que un Máster debe estar orgulloso
cuando su estilo, en mayor o menor medida, se expande: eso significa que has
logrado conectar con los jugadores. A su vez, cualquier comentario sobre el
buen quehacer de la partida iría en la misma dirección.
¿Para qué todo esto? He intentado enumerar
algunas cuestiones básicas sobre mi elección, pero qué leches: es jodidamente
complicado. Podría no mojarme, pero esto no va de callarse, y a quién le
moleste, ajo y agua, que las envidias son muy malas. He disfrutado de muchos y
buenos narradores, pero me quedo con Jacobo Peña, a quién la mayoría de los
lectores conocéis. No es una limpieza de esfínter, que parece ser palabra de
culto en el mundillo de la rolesfera: es la auténtica realidad. El bueno de
Jacobo es un excelente amigo mío, pero además de la amistad me une la
admiración que siento por sus técnicas narrativas. He conocido Directores de
Juego que disponen de mayor talante en muchos aspectos diferentes, es decir:
personas que interpretan PNJs de forma sublime, otro saben manejar la inmersión
del carajo, algunos disponen de una magnífica aplicación de los recursos
externos….sí, todos tienen un sobresaliente alto en una sola atribución, pero
eso hace que pierdan bastante en otros aspectos igual o más importantes.
Calaboso, como es conocido por estos lares, dispone de un notable alto en todas
las capacidades que se le atribuyen al buen Director de Juego. Es, en mi
opinión, alguien que maneja bien el equilibrio de sus dotes, conoce sus límites
y sabe aprovecharse de ellos, otorga sensibilidad a la partida, cercanía a los
personajes, interés a la historia, ritmo al desenlace. Para mí, ese tipo de situaciones son las
importantes, pero no las únicas. Su comportamiento para con los jugadores fuera
de la partida es ejemplar: juega a su hora, acepta tener más consigo del
límite, e incluso hace turnos extra si fuese necesario. Todo forma parte de lo
mismo, aunque no sea en el propio desarrollo de la partida.
Recuerdo con especial cariño Carne. En cuatro horas y media de
desarrollo no solo disfruté como jugador, sino que recopilé todas las
características y técnicas que he seguido practicando y mejorando en el futuro.
Fue una manera de decirme a mí mismo: esto
y esto es mejorable. Él no lo hace perfecto, pero sienta las bases de algo
diferente. Por todo ello, este simpático señor habitante de El Espinar
merece mi reconocimiento como respuesta a esta pregunta.
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