Afrontamos el último tercio del Desafío de
los 30 Días. Ni pensar que llevo escritos veinte artículos, no os diré cuántos
leídos de mis compañeros blogueros. Todos muy interesantes y amenos, para que
engañarnos. Hoy me toca hablar del PJ que más ganas tengo de desarrollar en una
partida.
Puf. Son tantos.
Vale. Si deseo con tanto ahínco llevar un
personaje en concreto, es porque sé que será una partida larga. Lo primero de
lo que tengo ganas es de disfrutar de una campaña en la que pueda desarrollar
una personalidad y, sobre todo, una evolución (sabéis que soy fanático de la
misma). Tras esto, siempre se me han dado mejor un tipo de personaje, y
aprovechando que juego tan poco, son los que suelo llevar. Se trata de personajes
muy diferentes en actitudes, pero todos tienen dentro de sí algo oscuro, algo
intransigente consigo mismo. Es desde una frustración de objetivos no
consumados hasta el malvado espíritu de un liche, todo vale. El caso es que
todos mis personajes cargan con algo a sus espaldas, que generalmente no
comparten. El personaje que me gustaría llevar tendría algo de ambos.
Me gustaría que fuese un tipo con grandes
aspiraciones de poder: despiadado, inteligente, astuto. Prudente cuando la
situación lo requiere; saber aprovecharse de las circunstancias es una virtud,
lo mires por donde lo mires. Orgulloso de su raza, denostado entre los suyos y
el mundo de allá fuera. Que tuviese una forma de concebir la vida como
compensación de la propia muerte, esto es: una filosofía y modos de
comportamientos relacionados con dicha ambivalencia. Lo ideal es que comenzase
siendo un mierda que es consciente de que lo es, pero que nunca expresa lo
dicho. Que supiese callar, porque el destino siempre pone a cada uno en su
lado, y solo él puede aspirar a controlarlo.
Por supuesto, aparte de eso, también quisiera
llevar un psicólogo que asesinó a varios chicos pero que nunca fue descubierto;
su mente, ante tal recriminación de acontecimientos, cerró en banda los
recuerdos, y le atormentan en pesadillas y alucinaciones. Pues ese señor en La Llamada de Cthulhu y similares. Babeo
solo de pensarlo.
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