miércoles, 20 de noviembre de 2013

Día 20: El PJ que te gustaría llevar

Afrontamos el último tercio del Desafío de los 30 Días. Ni pensar que llevo escritos veinte artículos, no os diré cuántos leídos de mis compañeros blogueros. Todos muy interesantes y amenos, para que engañarnos. Hoy me toca hablar del PJ que más ganas tengo de desarrollar en una partida.

Puf. Son tantos.

Vale. Si deseo con tanto ahínco llevar un personaje en concreto, es porque sé que será una partida larga. Lo primero de lo que tengo ganas es de disfrutar de una campaña en la que pueda desarrollar una personalidad y, sobre todo, una evolución (sabéis que soy fanático de la misma). Tras esto, siempre se me han dado mejor un tipo de personaje, y aprovechando que juego tan poco, son los que suelo llevar. Se trata de personajes muy diferentes en actitudes, pero todos tienen dentro de sí algo oscuro, algo intransigente consigo mismo. Es desde una frustración de objetivos no consumados hasta el malvado espíritu de un liche, todo vale. El caso es que todos mis personajes cargan con algo a sus espaldas, que generalmente no comparten. El personaje que me gustaría llevar tendría algo de ambos.

Me gustaría que fuese un tipo con grandes aspiraciones de poder: despiadado, inteligente, astuto. Prudente cuando la situación lo requiere; saber aprovecharse de las circunstancias es una virtud, lo mires por donde lo mires. Orgulloso de su raza, denostado entre los suyos y el mundo de allá fuera. Que tuviese una forma de concebir la vida como compensación de la propia muerte, esto es: una filosofía y modos de comportamientos relacionados con dicha ambivalencia. Lo ideal es que comenzase siendo un mierda que es consciente de que lo es, pero que nunca expresa lo dicho. Que supiese callar, porque el destino siempre pone a cada uno en su lado, y solo él puede aspirar a controlarlo.


En definitiva, un auténtico anti-héroe, que no tuviese ninguna puerta cerrada al cambio, pero que naciese como alguien destinado a no hacer grandes cosas, pero que desee aspirar a ello. Un poco como Raistlin de la Dragonlance, ese prototipo de personaje. Creo que ahora mismo es lo que más me llama.


Por supuesto, aparte de eso, también quisiera llevar un psicólogo que asesinó a varios chicos pero que nunca fue descubierto; su mente, ante tal recriminación de acontecimientos, cerró en banda los recuerdos, y le atormentan en pesadillas y alucinaciones. Pues ese señor en La Llamada de Cthulhu y similares. Babeo solo de pensarlo.

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