Entrada número dieciocho del Desafío de los 30 Días. Hoy y mañana
hablaremos de aquellos deseos relativos a los juegos no probados. En mi caso,
he jugado a pocas cosas, de forma que la pregunta de mañana me resulta más
complicada.
En primer lugar, encontrar un juego al que
desee jugar y no dirigir es bastante complicado. Todo empieza con la idea que
tengo de la dirección de partidas. Yo le llamo el Dedo de Máster. Se basa, exclusivamente, en que todos Máster tiene
una serie de juegos/ambientaciones/sistemas predilectos, aquellos señalados con
su dedo, que por unas u otras circunstancias maneja mejor. Con la forma de
jugar pasa lo mismo. A mí se me da mejor jugar en ambientaciones de terror
porque tengo mucha facilidad de expresar terror, conmoción, debilidad…otros
jugadores fallan en este tipo de ambientaciones por no querer rebajar la
interpretación a esos derroteros. Esto debe ser básico a la hora de elegir el
juego.
Siguiendo con esto, el juego que escogería
debería ser uno de terror. Pero, lamentablemente, todo lo que he querido jugar
lo he jugado, incluido Unknown Armies.
Es por ello que escojo Spirit of the
Century. Me encanta la temática pulp, por muy aficionado que sea a la
letalidad de los personajes. Creo que una partida basada en la famosa saga de
videojuegos Uncharted sería
inolvidable de jugar. Personajes llenos de carisma, frases inolvidables,
momentos llenos de tensión, misterios relacionados con lo sobrenatural en
pequeñas dosis…y FATE. Sí, darle una nueva oportunidad al sistema de marras con
el que media comunidad rolera ve cumplido su orgasmo dadil y que a mí sigue
pareciéndome espeso y aburrido tras dos partidas de jornadas jugadas. Después
de la lectura de las partes más importantes del básico en su momento, me vino a
la cabeza el deseo de disfrutar de una partida así. Y digo disfrutar porque eso
se tiene que vivir como jugador.
Los juegos de esta tónica se tienen que
disfrutar mucho cuando la predisposición es buena para ello; saber que
abundarán los clichés, los grandes momentos llenos de tensión ya puesta sobre
la mesa y las sorpresas menos sorpresas para todo aquel que disfrute del
género. Obviamente, se puede ir más allá de eso, pero yo quiero una partida
así, y no disfrutaría con una sola aventura, sino con varias. Cazadores de Leyendas o El Judío Errante son algunos ejemplos de
esto, pero me quedo con el juego de Evil
Hat porque es una inspiración directa de Verne&Lumière en su aspecto más aventurero, y porque sé que no
podré disfrutar de la misma a corto plazo. En mi mesa rolera, el que compra y
dirige nuevas cosas soy yo, así que ya me veo haciéndome con una copia de la
magnífica copia que nos traerá en breve los chicos de Conbarba y depositándola
junto al resto de juegos que tengo y, por una u otra cosa, nunca dirijo.
¡Coincido!
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