jueves, 22 de noviembre de 2012

De bastiones y carruseles

He podido, por fin, sacar algo de tiempo para pasarme por mi blog y escribir algo, aunque sean más recordatorios que otras cosas. Últimamente ando liado con el trabajo, la universidad, los e-zines, la asociación y doscientas historias que me han quitado mucho tiempo para dedicarlo a escribir artículos concretos en mi rincón. Y esto promete continuar, así que aunque no realice muchas más entradas en lo que queda de año, sabed que leo todos y cada uno de vuestros blogs, pues siempre he preferido ello mismo a crear mis propias cosas de una manera constante y casi obligada. Vamos, que si tengo tiempo, lo dedico a leer al resto de la rolesfera que a escribir mis cosillas, aunque tengo un par de ellas listas.

Este blog no es un blog para publicitar noticias; otros lo hacen estupendamente y más rápido que yo. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que me gusta que lleguen a lectores que solo me leen a mí, normalmente por afecto y compañerismo más que por afición a esto del rolesferismo. Por ello, preciso hacer determinadas excepciones, y en este caso quiero hacerla con un proyecto que ha surgido hace poco, pero tras el que hay grandes personalidades del mundillo bloguero, estimados compañeros y gente de muy buen hacer. Ya estuve tentado de unirme, aunque a la postre, al proyecto colaborando cuando fuese necesario, pero ahora mismo otros asuntos me reclaman.

Bastión Rolero
En todo caso, os hablo de Bastión Rolero, una suerte de proyecto puesto en marcha por varios blogueros y parejos que han decidido crear una plataforma con multitud de artículos que toquen muchos palos de la vida del rolero, ya sea en forma de entrevistas, análisis, reseñas, críticas, etc. Son una decena de personas las que ostentan el grueso, pero están abiertos a cualquier aportación externa. Por mi parte, solo me queda desearles suerte y ánimo en su trabajo. Sé que lo harán estupendamente, tanto como sus retorcidas mentes quieran. Pásaos por allí y poned dicha página en vuestra carpeta de marcadores.


Por otro lado, no quería dejar pasar la oportunidad para animaros a participar en el Carrusel Bloguero de este mes, que lleva servidor. Para no mandaros de nuevo a mi entrada principal, os comento que el tema de este mes es Anécdotas en los juegos de rol, así que podéis contarnos las vuestras, analizar los tipos de anécdotas, el por qué de estas, sus beneficios para los jugadores y montón de chorradas interesantes. Me guardo el análisis de los resultados que está ofreciendo el mes; baste decir que tengo la esperanza de una subida impresionante para estos días. Cuando acabe el mes, veremos cómo se ha enfocado y su rendimiento definitivo.

Y eso es todo lo que puedo dedicar de momento. Solo confío en que sigáis pendientes al blog, pues no tengo intención de abandonarlo, y sirva esto como acicate para darme mayor motivación a la hora de construir entradas, pues mi ilusión sigue siendo grande y mis ganas, aun más. He dicho.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Enriqueciendo nuestras partidas: deportes medievales


Esta semana os traigo un pequeño artículo sobre un fenómeno de la civilización medieval al que no se le suele dar mucha importancia: el deporte como elemento indispensable de las situaciones de ocio en la sociedad de la época. Porque sí, queridos lectores, en la Edad Media también existía el tiempo libre, por mucho que determinados autores y fuentes, retrógrados todos ellos, se empeñen en obviar los elementos cotidianos y culturales de nuestro pasado.

Pero esto es un blog de rol en esencia, y por tanto siento que debo relacionar dicha entrada con el rol. Así pues, las diferentes actividades deportivas practicadas en esta época nos sirven como una base excelente para enriquecer nuestras partidas de fantasía épica, no solo a nivel ambiental, sino siendo germen de multitud de aventuras y pequeñas ideas que enriquezcan la variabilidad de situaciones que pongamos a nuestros jugadores. Soy de los que progresivamente intenta adentrarse en nuevas mecánicas a nivel interpretativo y argumental con el objetivo primordial de no convertir mis partidas en un misión-cueva/dungeon-matar-tesoro, y este tipo de artículos son resultado de aquellas lecturas que realizo a fin de promover una fantasía épica con elementos cotidianos. Y es que espero que este sea el primero de una larga lista de artículos parejos.

Antes de comenzar a nombraros diferentes opciones, me gustaría incidir en que la información está sacada de varios blogs y páginas que no pertenecen a mi autoría, pero meterse en el farragoso mundo académico me parece inoperante y absurdo para un artículo de un blog. A su vez, y para que no haya confusión, aclaro que no citaré las Justas y Torneos de Caballería, por ser demasiado clásicos. Los deportes medievales contaron con un nivel de exclusividad muy alto entre las clases nobiliarias, en las que la formación guerrera exigía una serie de ritos y actividades que fortalecieran al individuo cara a esta. Pero ello no evidencia que el resto de la población no contase con sus propias actividades deportivas y de ocio, muchas de ellas incluso compartida en esencia, que no en la práctica. Así pues, aquí tenéis varios de los ejemplos más representativos de las actividades deportivas del Medievo para ambos casos:

-          Juego de la Palma: Lo que hoy conocemos como tenis ya tenía su embrión en esta época. Especialmente famoso entre los siglos XIII y XVII, su origen es francés. La bola se fabricaba con piel de oveja. En primera instancia se usaban las palmas de las manos, que se untaban con aceite a fin de conseguir que la pelota no se adhiriese a la misma, golpeándola en dos zonas bien delimitadas entre sí. No existía árbitro alguno y los contrincantes, que iban en número del uno al cuatro, debían acatar las decisiones del público. La forma de contar los puntos era similar a la usada hoy por su evolución (en puntos de 15-30-40). Aunque era este un deporte especialmente practicado por la clase nobiliar, no era infrecuente ver al pueblo llano practicándolo, en parte debido a su bajo coste.

Conforme el tiempo fue avanzando, las manos dieron paso a guantes, y estos a una suerte de palas de madera.


-          La Soule: También de origen francés, es un antepasado (cogido esto con pinzas) del fútbol actual. Las primeras noticias que nos llegan proceden del siglo XIV, de manera que lo encasillamos en el Medievo. El deporte consistía, básicamente, en conducir un objeto (generalmente, una esfera de cuero, pero podía ser una de madera, una vejiga de cerdo, etc.) de un lugar a otro. No había una regulación concreta sobre el número de participantes ni la forma en que ese objeto debía ser depositado en el lugar en cuestión, pero lo más normal era encontrarse dos grandes grupos de personas que se daban de leches hasta conseguir el objeto y conducirlo al lugar de origen. Ni espacios acotados ni semejantes: valía una explanada, llanuras y zonas abiertas de diversa índole para ello. Era una práctica eminentemente rural, y aunque se permitía la lucha cuerpo a cuerpo, normalmente no se tendía a matar. Las autoridades castigaron con celo estas prácticas

En las Islas Británicas se disputaba un juego similar conocido como fútbol de carnaval, donde el número de participantes por equipo era por lo general ilimitado, llegando incluso participar pueblos enteros. Prácticamente cualquier forma de trasladar el balón a la meta contraria, a veces ubicada en el pueblo rival, era válida, aunque no se permitía asesinar a otra persona.


-          La lucha: Clásico entre clásicos, en el mundo medieval no podía ser menos. Esta fue una de las disciplinas que pervivió del Mundo Antiguo, y su uso pronto se extendió entre las clases nobiliarias, que veían en ella otra forma de pureza en el combate frente al enemigo. Aunque las famosas Justas desbancaron este tipo de deportes, su uso es bastante frecuente en la zona de la antigua Occitania. La lucha consistía, básicamente, en derribar e inmovilizar a tu oponente sin usar ningún tipo de golpe por debajo de la cintura. Mención aparte merece la relacionada con el mundo británico, en la que muchos señores contaban con su propio luchador que enfrentaban al de otro señor, y que le acompañaba en muchos de sus viajes.

Ejemplo de esto es la entrevista de Camp du Drap d'Or, en la que Enrique VIII, orgulloso de su corpulencia, propuso a Francisco I medirse con él en una lucha. Francisco I logró derribar a su adversario y salió justo vencedor, aunque los documentos nos hablen de la interrupción de esta por parte de sus consejeros. Como veis, otro deporte que iba desde lo más alto a lo más bajo.

-          Bull-baiting, o combate de animales: Era muy frecuente en la Inglaterra de fines de la Edad Media los combates entre animales, aunque tengamos constancia de los mismos a inicios del siglo XI. Este tipo de disciplina, que aunque no se considere deportiva del todo he gustado de colocarla por su interés, radicaba en la creación de un combate entre dos animales a muerte. Lo más común era enfrentar a un perro y un toro.  Una anécdota la encontramos ya en el siglo XVI, concretamente en 1559, cuando la reina Elisabeth ofreció al embajador de Francia una espléndida comida, al fin de la cual se organizaron varios combates entre perros, osos y toros, como narran las crónicas.

El desarrollo era el siguiente: el toro estaba atado con un pesado collar de cuero y una correa de unos cinco metros unida a una argolla fijada a una estaca; por otra parte, los perros estaban sueltos y hacían todo lo posible para aferrar la garganta del animal que, lógicamente, bajaba la cabeza y embestía todo lo que se ponía a su alcance. Una vez el perro conseguía hacer presa no tenía que soltarla. Estos entraban por turnos, y lógicamente vencía el que lograba acabar con el toro.


-          Carreras de cuadrigas: Nos alejamos de la Europa medieval y nos centramos en el Imperio Bizantino, la gran costra oriental, durante la Alta Edad Media. Tomada como herencia de la Época Clásica, y más concretamente a partir del Emperador Justiniano, situándonos en el siglo VI, en el que comenzó su declive hasta su desaparición definitiva unos siglos más tarde, con el advenimiento de las Cruzadas.

Estas competiciones no difirieron mucho de las que conocemos hoy en día por los textos antiguos. Las carreras se realizaban dando vueltas a un enorme campo de arena, y formado por cuatro equipos que vestían colores diferentes para ser rápidamente identificados: azul, verde, rojo y blanco. Estos colores se asimilaban a diferentes categorías sociales, y eran muy frecuentes los sobornos, la extorsión y los favoritismos. Se corría durante una serie de vueltas al campo y el equipo vencedor contaba con la bendición de los propios emperadores.


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    Otras disciplinas y actividades deportivas: Hemos mencionado muchas de las más destacables, pero es importante mencionar la enorme variabilidad geográfica que encontramos en esta época. Así, me gustaría incidir en las actividades deportivas que para muchas poblaciones rurales representaban concursos de elevada importancia, como cortar troncos en el menor tiempo posible, arrastre de piedras durante pequeñas distancias, o lanzamientos de objetos puntiagudos que ya se observa en núcleos de población escandinavos.

Deportes actuales como el remo, el polo e incluso el hockey encuentran en estos momentos su origen, siempre dispuesto de una forma más sencilla y accesible sobre todo al estamento privilegiado. Otros como la natación y el atletismo inundaban los festivales que no fuesen de carácter religioso, pues la Iglesia siempre condenó este tipo de disciplinas deportivas y legisló, junto a muchos monarcas, en contra de su práctica siempre y cuando no atentasen contra el ideal caballeresco, especialmente a partir del siglo XII.


En definitiva, hemos visto que durante la Edad Media los deportes eran algo común y frecuente, fuese cual fuese su origen. Ahora vamos a sugerir algunas ideas relativas a nuestras partidas de fantasía épica. ¿Orcos que juegan a la Soule? ¿Lucha entre dos familias nobles que se arreglan con los PJs tomando parte en un enfrentamiento al Juego de la Palma? ¿Un personaje especializado en algunas de estas disciplinas? ¿Quizá la búsqueda de un mítico artefacto tocado por una divinidad que convierte a su portador en un magnífico jugador de cierto deporte? Como veis, las opciones son muchísimas. Se trata, como siempre intento en mis partidas, de ir un paso más allá de los convencionalismos del género. Entiendo que para muchas mesas de juego la diversión consiste en el saja-raja de turno, pero cuando intentamos darle más complejidad a las partidas en este tipo de ambientaciones, también caemos en una serie de tópicos. Os animo a que toméis este pequeño índice de deportes y lo desarrolléis y apliquéis en vuestras partidas y en las ideas de aventuras que os vayan surgiendo. Darle un toque más profundo y vivo a nuestros escenarios repercute positivamente en la experiencia de juego, y nos demuestra a todos que otras alternativas alejadas de los estándares del género son posibles. Espero que hayáis disfrutado de este primero, y espero no último, artículo dedicado a enriquecer nuestras partidas de rol.

Por último, os dejo con un par de obras de referencia para aquel que quiera indagar más sobre el asunto. Solo os cuelgo el autor y el nombre a fin de no soslayar las diferentes ediciones que hay de muchas de estas obras:

-          LE GOFF, Jacques: El Hombre Medieval
-          RODRIGUEZ LOPEZ, Juan: Historia del Deporte
-          FOSSIER, Robert: Gente de la Edad Media
-      VVAA: Historia universal de la Edad Media (una magnífica obra de referencia de todo el periodo, muy asequible para una lectura menos profunda)

jueves, 1 de noviembre de 2012

[Carrusel Bloguero] Esas grandes anécdotas roleras

Un mes más, el Carrusel Bloguero emigra buscando nuevos hogares en los que asentarse durante un tiempo, indagando sobre nuevos temas que tratar con muy estimados compañeros. En este caso, parece que el destino por fin se halla en mi rincón virtual, y es hora de darle rienda a un nuevo tema.

Sin embargo, lo primero es lo primero, y esto no es más que animar a todos los blogs roleros a participar activamente en esta iniciativa. Una iniciativa que ha pasado ya su primer año de vida y continúa in crescendo. El funcionamiento, además, es bastante singular y asequible: cada mes, un blog de la rolesfera (o fuera de esta, es de invitación libre) se convierte en anfitrión, proponiendo un tema que considere de interés. Todos los blogs que quieran participar podrán hacerlo mientras relacionen su entrada con el tema general. Tras ello, enlazas dicho blog al anfitrión y voilá! Tenemos una bonita red de entradas que dan resultados instructivos, interesantes y permiten aportarnos una experiencia que de otra manera no podríamos conseguir. Pero, por encima de esto, considero el Carrusel Bloguero como una bonita forma de acercar a los roleros blogueros y lectores varios a unos intereses comunes y para un bien común. Para apuntaros, nada más fácil que entrar aquí y editar dicho documento con vuestro tema a elegir. Así todos tendremos una guía de los participantes y los temas a tratar.

Después de una serie de meses con temas bastante técnicos relacionados con el mundo del rol (el último el mes pasado, cuyos artículos bastante interesantes podéis encontrarlos aquí) pensé que había llegado el momento de relajarnos y tomar otro rumbo. Muchos son los temas que bullían en mi cabeza para mi primer mes del Carrusel, pero había que pujar por algo fuerte, y estas son las anécdotas roleras. Porque sí, mis queridos lectores: no hay muchos hobbys en los que las anécdotas cuenten con tanta influencia en los diversos aspectos del mundillo.

Entonces, ¿qué es una anécdota? ¿Por qué son tan importantes en el mundo rolero? Vámonos a la onmisciente sabiduría de la RAE, que nos dice lo siguiente en una de sus acepciones: Relato breve de un suceso curioso o divertido. Así es. Las anécdotas son, ante todo, un suceso curioso que está llamado a atraer nuestra atención. En una partida de rol, las anécdotas son una enorme parte de la columna vertebral del desarrollo de la misma, son capaces de acercar a los diferentes miembros de la mesa, se conocieran de antes o no, y dan mucho juego al Máster para afincar la historia y el desarrollo del argumento en una serie de acontecimientos que se quedarán impresos en la mente colectiva de la mesa, y que transcenderán el tiempo como recordatorio fundamental de la misma. En definitiva, y concisamente, una anécdota se antoja importante para el devenir de una partida de rol, y de lo que la rodea.


Esta cara del Máster puede ser preludio de una anécdota

Estoy lanzando pequeñas ideas que den germen a diferentes artículos, entre los que podremos citar esas mismas anécdotas que nos han sucedido y queremos compartir con los demás. Cuando dos roleros se conocen y comienzan a hablar, es menester que tarde o temprano la anécdota refiriéndose a determinado suceso aparezca en la conversación, sea por hablar de un juego en concreto en el que tuvo lugar o por determinadas acciones de jugadores. El ejemplo en muchos de esto se convierte en anécdota, pues el paso de uno a otro es prácticamente inexistente. Las anécdotas conforman excelentes vías de comunicación para conocer nuevos jugadores a través del intercambio de las mismas, pero también lo es a la hora de entender algunas mecánicas concretas de los juegos. Saber que con una pifia pasó tal cosa podría darte a pensar que la tabla de pifias de dicho juego no está muy bien equilibrada, lo que nos está dando una información selecta procedente de terceros pero con una interesante fiabilidad. La anécdota como referencia en el intercambio de información es más destacable de lo que parece a simple vista.


Una simple tirada es uno de los mecanismos más eficaces de creación de anécdotas en el rol

La anécdota también es la responsable de los recuerdos roleros que tenemos. Haciendo un ejercicio de sinceridad, muchos de los momentos que recordamos de una partida no son los más heroicos, entrañables o violentos: son los que más llamaron la atención por una serie de sucesos que se convirtieron en anécdotas. Y ojo, ambos son retroactivos y las anécdotas pueden pasar por esos grandes momentos, pero siempre serán los más curiosos y sorprendentes, vía tiradas o interpretación directa, los que nos den un nuevo margen al apuntalar el mismo en nuestra memoria. Yo guardo muchos momentos como Máster para el recuerdo, pero reconozco que más de la mitad de estos no pertenecen a grandes momentos de mis argumentos, sino a pequeños detalles que se enclavaron a través de una determinada tirada o frase que soltó un jugador y que dio pie a multitud de comentarios que guardarás siempre con celo. Por ende, la anécdota es un vehículo del resguardo en la memoria de nuestras andanzas roleras.

La función de elemento dinamizador de la anécdota se plasma en la conjunción que hace de los jugadores en la mesa  y fuera de ella. Una anécdota une y saca a relucir una serie de posibilidades de acercamiento entre una y otra parte de la mesa con el Director de Juego. Tengamos en cuenta que, en muchas ocasiones para la desgracia de más de uno, se ve el rol como una competición entre uno y otros. Las anécdotas nos dan momentos especiales a la vez que estos se superponen a la propia circunstancia o hecho y buscan ser un instante de comunión no entre personajes sino entre esos mismos jugadores. El hecho de una serie de tiradas o momentos especiales iluminará la partida, permitirá comentarios sobre dicho momento en el futuro y será un nexo de identificación de la partida a posteriori.  Esto se puede trasladar al grupo de toda la vida, pero cobra una significación especial en jornadas o partidas con personas que no se conocen. Sea como fuere, la anécdota tiene una realidad unificadora, sea del tipo que sea la mesa.

Y por último, las anécdotas son ellas en sí mismas, momentos inolvidables por muchos motivos, la mayoría de ellos que trascienden el desarrollo normal del argumento. Puede ser un combate, una tirada para salvar la vida, una serie de palabras, un acontecimiento inesperado…todo empieza y acaba donde, involuntariamente, nosotros lo ponemos. Y es que el hecho de ser acontecimientos insólitos refuerza su carácter imprevisible, y es esta una de sus mejores herramientas para convertirse en algo difícil de olvidar. Recordad siempre los grandes momentos de vuestras partidas y no dudéis en reafirmaros en aquellos que deberían pasar más inadvertidos por su significado pero que se quedan grabados en vuestra mente. Al fin y al cabo, son los más importantes y los que conforman nuestra experiencia como jugadores y como aficionados que somos a un juego.

Las fabulosas tiras cómicas del compañero Kharma ilustran perfectamente muchas de estas situaciones

Dicho todo esto, solo me queda animaros a que participéis. Contádnos vuestras anécdotas, reflexionar sobre el significado de las mismas, en qué momentos pueden darse y en qué momentos es más posible, aquellos juegos que más posibilidades ofrecen a que surjan (de haberlos), y un largo etc. de temas que, estoy seguro, darán pie a que pasemos un Carrusel Bloguero lleno de buenos momentos, recuerdos del pasado y muchas risas. ¡Comienza un nuevo mes!


Kythklait Dasth desde el blog La Alegre Tabernilla de Azathot nos relata algunos ejemplos de anécdotas que ha vivido como jugador. Reflexionad sobre Leyenda y caeréis en la misma conclusión que yo: todos tenemos el nuestro en la mesa de juego.

Calaboso desde su blog Rol the Bones! se centra en las anécdotas en los ReVs, en la información que podemos sacar de estas y termina contándonos una situación a la que muchos Directores de Juego tememos, especialmente en un vivo, en la que al menos la calidad de algunos jugadores permite equilibrarlo todo.

Aviso a roleantes desde su blog nos dan una buena secuencia de anécdotas a cada cual más inverosímil y, a la par, más cercana a acontecimientos que muchos de nosotros hemos vivido. Atención a la del boomerang: ¿a cuántos nos ha pasado eso de lidiar con críticos espantosamente impredecibles?

El ilustre y poderoso Crom nos relata desde su blog Las cosas de Crom una sarta de anécdotas que harán la delicia de muchos. Hay formas y formas en las que los jugadores relucen su inteligencia, y si no, díganselo a los de la partida de Exaltado. 

Kokuro Enzo en su blog Aker Codicem nos deleita con numerosas anécdotas, a cada cual más sorprendente. A mí me ha servido para aprender la cantidad de cosas inesperada que pueden suceder en una partida de Aquelarre, muchas veces casi sin pretenderlo.

¿Sectas en la vida real? Las anécdotas no solo surgen en la partida en sí, y si no que se lo digan a Yeray López, del blog El Maestro de la Espada

En la asociación cultural Coslada d100 nos recuerdan la importancia que tienen las anécdotas per se, así como las facilidades que estas tienen, en muchas ocasiones, para atraer nuevos aficionados.

Lord Tiempo desde su blog Rol en el Castillo se hace eco de diversas anécdotas puntuales, aunque mete la puntilla en una idea que, esperaba, saliese entre la marabunta de blogs: la división de esta de la propia historia.

Eban666 nos relata varias anécdotas, alguna bastante cafre y otra bastante ingenua. ¿Cuántos de nosotros hemos vivido, directa o indirectamente, el cabreo de nuestra chica por jugar demasiado? Suerte tengo que la mía es rolera.

Desde la muy admirable asociación rolera Roach Room nos relatan un par de anécdotas dispares entre ellas pero absolutamente plausibles en multitud de mesas de juego. Quién la sigue, la consigue, sobre todo si se trata de una pifia descomunalmente destructiva.

Hollman, nuevo anfitrión del Carrusel Bloguero, nos cuenta un par de anécdotas sorprendentes, vídeo incluído. Ah, Crepúsculo fangirls....