Esta semana os traigo un pequeño artículo
sobre un fenómeno de la civilización medieval al que no se le suele dar mucha
importancia: el deporte como elemento indispensable de las situaciones de ocio
en la sociedad de la época. Porque sí, queridos lectores, en la Edad Media
también existía el tiempo libre, por mucho que determinados autores y fuentes,
retrógrados todos ellos, se empeñen en obviar los elementos cotidianos y
culturales de nuestro pasado.
Pero esto es un blog de rol en esencia, y por
tanto siento que debo relacionar dicha entrada con el rol. Así pues, las
diferentes actividades deportivas practicadas en esta época nos sirven como una
base excelente para enriquecer nuestras partidas de fantasía épica, no solo a
nivel ambiental, sino siendo germen de multitud de aventuras y pequeñas ideas
que enriquezcan la variabilidad de situaciones que pongamos a nuestros
jugadores. Soy de los que progresivamente intenta adentrarse en nuevas
mecánicas a nivel interpretativo y argumental con el objetivo primordial de no
convertir mis partidas en un misión-cueva/dungeon-matar-tesoro, y este tipo de
artículos son resultado de aquellas lecturas que realizo a fin de promover una
fantasía épica con elementos cotidianos. Y es que espero que este sea el
primero de una larga lista de artículos parejos.
Antes de comenzar a nombraros diferentes
opciones, me gustaría incidir en que la información está sacada de varios blogs
y páginas que no pertenecen a mi autoría, pero meterse en el farragoso mundo
académico me parece inoperante y absurdo para un artículo de un blog. A su vez,
y para que no haya confusión, aclaro que no citaré las Justas y Torneos de
Caballería, por ser demasiado clásicos. Los deportes medievales contaron con un
nivel de exclusividad muy alto entre las clases nobiliarias, en las que la
formación guerrera exigía una serie de ritos y actividades que fortalecieran al
individuo cara a esta. Pero ello no evidencia que el resto de la población no
contase con sus propias actividades deportivas y de ocio, muchas de ellas
incluso compartida en esencia, que no en la práctica. Así pues, aquí tenéis
varios de los ejemplos más representativos de las actividades deportivas del
Medievo para ambos casos:
- Juego de la Palma: Lo que hoy conocemos como tenis
ya tenía su embrión en esta época. Especialmente famoso entre los siglos XIII y
XVII, su origen es francés. La bola se fabricaba con piel de oveja. En primera
instancia se usaban las palmas de las manos, que se untaban con aceite a fin de
conseguir que la pelota no se adhiriese a la misma, golpeándola en dos zonas
bien delimitadas entre sí. No existía árbitro alguno y los contrincantes, que
iban en número del uno al cuatro, debían acatar las decisiones del público. La
forma de contar los puntos era similar a la usada hoy por su evolución (en
puntos de 15-30-40). Aunque era este un deporte especialmente practicado por la
clase nobiliar, no era infrecuente ver al pueblo llano practicándolo, en parte
debido a su bajo coste.
Conforme el tiempo fue
avanzando, las manos dieron paso a guantes, y estos a una suerte de palas de
madera.
-
La Soule:
También de origen francés, es un antepasado (cogido esto con pinzas) del fútbol
actual. Las primeras noticias que nos llegan proceden del siglo XIV, de manera
que lo encasillamos en el Medievo. El deporte consistía, básicamente, en
conducir un objeto (generalmente, una esfera de cuero, pero podía ser una de
madera, una vejiga de cerdo, etc.) de un lugar a otro. No había una regulación
concreta sobre el número de participantes ni la forma en que ese objeto debía
ser depositado en el lugar en cuestión, pero lo más normal era encontrarse dos
grandes grupos de personas que se daban de leches hasta conseguir el objeto y
conducirlo al lugar de origen. Ni espacios acotados ni semejantes: valía una
explanada, llanuras y zonas abiertas de diversa índole para ello. Era una
práctica eminentemente rural, y aunque se permitía la lucha cuerpo a cuerpo,
normalmente no se tendía a matar. Las autoridades castigaron con celo estas
prácticas
En las Islas Británicas se disputaba un juego similar conocido como fútbol de carnaval, donde el número de participantes por equipo era por
lo general ilimitado, llegando incluso participar pueblos enteros.
Prácticamente cualquier forma de trasladar el balón a la meta contraria, a
veces ubicada en el pueblo rival, era válida, aunque no se permitía asesinar a
otra persona.
-
La lucha: Clásico entre clásicos, en el
mundo medieval no podía ser menos. Esta fue una de las disciplinas que pervivió
del Mundo Antiguo, y su uso pronto se extendió entre las clases nobiliarias,
que veían en ella otra forma de pureza en el combate frente al enemigo. Aunque
las famosas Justas desbancaron este tipo de deportes, su uso es bastante
frecuente en la zona de la antigua Occitania. La lucha consistía, básicamente,
en derribar e inmovilizar a tu oponente sin usar ningún tipo de golpe por
debajo de la cintura. Mención aparte merece la relacionada con el mundo
británico, en la que muchos señores contaban con su propio luchador que
enfrentaban al de otro señor, y que le acompañaba en muchos de sus viajes.
Ejemplo de esto es la entrevista de Camp
du Drap d'Or, en la que Enrique VIII, orgulloso de su corpulencia, propuso
a Francisco I medirse con él en una lucha. Francisco I logró derribar a su
adversario y salió justo vencedor, aunque los documentos nos hablen de la
interrupción de esta por parte de sus consejeros. Como veis, otro deporte que
iba desde lo más alto a lo más bajo.
-
Bull-baiting, o combate de animales: Era muy frecuente en
la Inglaterra de fines de la Edad Media los combates entre animales, aunque
tengamos constancia de los mismos a inicios del siglo XI. Este tipo de
disciplina, que aunque no se considere deportiva del todo he gustado de
colocarla por su interés, radicaba en la creación de un combate entre dos
animales a muerte. Lo más común era enfrentar a un perro y un toro. Una anécdota la encontramos ya en el siglo
XVI, concretamente en 1559, cuando la reina Elisabeth ofreció al embajador de
Francia una espléndida comida, al fin de la cual se organizaron varios combates
entre perros, osos y toros, como narran las crónicas.
El desarrollo era el siguiente: el toro estaba atado con un pesado
collar de cuero y una correa de unos cinco metros unida a una argolla fijada a
una estaca; por otra parte, los perros estaban sueltos y hacían todo lo posible
para aferrar la garganta del animal que, lógicamente, bajaba la cabeza y
embestía todo lo que se ponía a su alcance. Una vez el perro conseguía hacer
presa no tenía que soltarla. Estos entraban por turnos, y lógicamente vencía el
que lograba acabar con el toro.
-
Carreras de cuadrigas: Nos alejamos de la Europa medieval y nos centramos
en el Imperio Bizantino, la gran costra oriental, durante la Alta Edad Media.
Tomada como herencia de la Época Clásica, y más concretamente a partir del
Emperador Justiniano, situándonos en el siglo VI, en el que comenzó su declive
hasta su desaparición definitiva unos siglos más tarde, con el advenimiento de
las Cruzadas.
Estas competiciones no difirieron mucho de las que
conocemos hoy en día por los textos antiguos. Las carreras se realizaban dando
vueltas a un enorme campo de arena, y formado por cuatro equipos que vestían
colores diferentes para ser rápidamente identificados: azul, verde, rojo y
blanco. Estos colores se asimilaban a diferentes categorías sociales, y eran
muy frecuentes los sobornos, la extorsión y los favoritismos. Se corría durante
una serie de vueltas al campo y el equipo vencedor contaba con la bendición de
los propios emperadores.
-
Otras disciplinas y actividades deportivas: Hemos mencionado muchas de las más destacables,
pero es importante mencionar la enorme variabilidad geográfica que encontramos
en esta época. Así, me gustaría incidir en las actividades deportivas que para
muchas poblaciones rurales representaban concursos de elevada importancia, como
cortar troncos en el menor tiempo posible, arrastre de piedras durante pequeñas
distancias, o lanzamientos de objetos puntiagudos que ya se observa en núcleos
de población escandinavos.
Deportes actuales como el remo, el polo e incluso el
hockey encuentran en estos momentos su origen, siempre dispuesto de una forma
más sencilla y accesible sobre todo al estamento privilegiado. Otros como la
natación y el atletismo inundaban los festivales que no fuesen de carácter
religioso, pues la Iglesia siempre condenó este tipo de disciplinas deportivas
y legisló, junto a muchos monarcas, en contra de su práctica siempre y cuando
no atentasen contra el ideal caballeresco, especialmente a partir del siglo
XII.
En definitiva, hemos visto que durante la Edad Media
los deportes eran algo común y frecuente, fuese cual fuese su origen. Ahora
vamos a sugerir algunas ideas relativas a nuestras partidas de fantasía épica.
¿Orcos que juegan a la Soule? ¿Lucha
entre dos familias nobles que se arreglan con los PJs tomando parte en un
enfrentamiento al Juego de la Palma? ¿Un personaje especializado en algunas de
estas disciplinas? ¿Quizá la búsqueda de un mítico artefacto tocado por una
divinidad que convierte a su portador en un magnífico jugador de cierto
deporte? Como veis, las opciones son muchísimas. Se trata, como siempre intento
en mis partidas, de ir un paso más allá de los convencionalismos del género.
Entiendo que para muchas mesas de juego la diversión consiste en el saja-raja
de turno, pero cuando intentamos darle más complejidad a las partidas en este
tipo de ambientaciones, también caemos en una serie de tópicos. Os animo a que
toméis este pequeño índice de deportes y lo desarrolléis y apliquéis en
vuestras partidas y en las ideas de aventuras que os vayan surgiendo. Darle un
toque más profundo y vivo a nuestros escenarios repercute positivamente en la
experiencia de juego, y nos demuestra a todos que otras alternativas alejadas
de los estándares del género son posibles. Espero que hayáis disfrutado de este
primero, y espero no último, artículo dedicado a enriquecer nuestras partidas
de rol.
Por último, os dejo con un par de obras de
referencia para aquel que quiera indagar más sobre el asunto. Solo os cuelgo el
autor y el nombre a fin de no soslayar las diferentes ediciones que hay de
muchas de estas obras:
-
LE GOFF,
Jacques: El Hombre Medieval
-
RODRIGUEZ
LOPEZ, Juan: Historia del Deporte
-
FOSSIER,
Robert: Gente de la Edad Media
- VVAA: Historia universal de la Edad Media (una
magnífica obra de referencia de todo el periodo, muy asequible para una lectura
menos profunda)
Si a alguno le interesa el tema, con motivo de la Semana de la Ciencia, en mi facultad (historia UCM) hay una conferencia sobre deportes medievales ;)
ResponderEliminarCasi todos esos deportes ya me sonaban, pero nunca esta de mas aprender algunos nuevos.
ResponderEliminarDe todas formas, yo ya suelo meter deportes en mis partidas tipo sandbox xD
Hola! Que buen blog! Quizá te interese el mio, te lo dejo para que le eches un vistazo!
ResponderEliminarhttp://blogoconnell.wordpress.com/