viernes, 9 de noviembre de 2012

Enriqueciendo nuestras partidas: deportes medievales


Esta semana os traigo un pequeño artículo sobre un fenómeno de la civilización medieval al que no se le suele dar mucha importancia: el deporte como elemento indispensable de las situaciones de ocio en la sociedad de la época. Porque sí, queridos lectores, en la Edad Media también existía el tiempo libre, por mucho que determinados autores y fuentes, retrógrados todos ellos, se empeñen en obviar los elementos cotidianos y culturales de nuestro pasado.

Pero esto es un blog de rol en esencia, y por tanto siento que debo relacionar dicha entrada con el rol. Así pues, las diferentes actividades deportivas practicadas en esta época nos sirven como una base excelente para enriquecer nuestras partidas de fantasía épica, no solo a nivel ambiental, sino siendo germen de multitud de aventuras y pequeñas ideas que enriquezcan la variabilidad de situaciones que pongamos a nuestros jugadores. Soy de los que progresivamente intenta adentrarse en nuevas mecánicas a nivel interpretativo y argumental con el objetivo primordial de no convertir mis partidas en un misión-cueva/dungeon-matar-tesoro, y este tipo de artículos son resultado de aquellas lecturas que realizo a fin de promover una fantasía épica con elementos cotidianos. Y es que espero que este sea el primero de una larga lista de artículos parejos.

Antes de comenzar a nombraros diferentes opciones, me gustaría incidir en que la información está sacada de varios blogs y páginas que no pertenecen a mi autoría, pero meterse en el farragoso mundo académico me parece inoperante y absurdo para un artículo de un blog. A su vez, y para que no haya confusión, aclaro que no citaré las Justas y Torneos de Caballería, por ser demasiado clásicos. Los deportes medievales contaron con un nivel de exclusividad muy alto entre las clases nobiliarias, en las que la formación guerrera exigía una serie de ritos y actividades que fortalecieran al individuo cara a esta. Pero ello no evidencia que el resto de la población no contase con sus propias actividades deportivas y de ocio, muchas de ellas incluso compartida en esencia, que no en la práctica. Así pues, aquí tenéis varios de los ejemplos más representativos de las actividades deportivas del Medievo para ambos casos:

-          Juego de la Palma: Lo que hoy conocemos como tenis ya tenía su embrión en esta época. Especialmente famoso entre los siglos XIII y XVII, su origen es francés. La bola se fabricaba con piel de oveja. En primera instancia se usaban las palmas de las manos, que se untaban con aceite a fin de conseguir que la pelota no se adhiriese a la misma, golpeándola en dos zonas bien delimitadas entre sí. No existía árbitro alguno y los contrincantes, que iban en número del uno al cuatro, debían acatar las decisiones del público. La forma de contar los puntos era similar a la usada hoy por su evolución (en puntos de 15-30-40). Aunque era este un deporte especialmente practicado por la clase nobiliar, no era infrecuente ver al pueblo llano practicándolo, en parte debido a su bajo coste.

Conforme el tiempo fue avanzando, las manos dieron paso a guantes, y estos a una suerte de palas de madera.


-          La Soule: También de origen francés, es un antepasado (cogido esto con pinzas) del fútbol actual. Las primeras noticias que nos llegan proceden del siglo XIV, de manera que lo encasillamos en el Medievo. El deporte consistía, básicamente, en conducir un objeto (generalmente, una esfera de cuero, pero podía ser una de madera, una vejiga de cerdo, etc.) de un lugar a otro. No había una regulación concreta sobre el número de participantes ni la forma en que ese objeto debía ser depositado en el lugar en cuestión, pero lo más normal era encontrarse dos grandes grupos de personas que se daban de leches hasta conseguir el objeto y conducirlo al lugar de origen. Ni espacios acotados ni semejantes: valía una explanada, llanuras y zonas abiertas de diversa índole para ello. Era una práctica eminentemente rural, y aunque se permitía la lucha cuerpo a cuerpo, normalmente no se tendía a matar. Las autoridades castigaron con celo estas prácticas

En las Islas Británicas se disputaba un juego similar conocido como fútbol de carnaval, donde el número de participantes por equipo era por lo general ilimitado, llegando incluso participar pueblos enteros. Prácticamente cualquier forma de trasladar el balón a la meta contraria, a veces ubicada en el pueblo rival, era válida, aunque no se permitía asesinar a otra persona.


-          La lucha: Clásico entre clásicos, en el mundo medieval no podía ser menos. Esta fue una de las disciplinas que pervivió del Mundo Antiguo, y su uso pronto se extendió entre las clases nobiliarias, que veían en ella otra forma de pureza en el combate frente al enemigo. Aunque las famosas Justas desbancaron este tipo de deportes, su uso es bastante frecuente en la zona de la antigua Occitania. La lucha consistía, básicamente, en derribar e inmovilizar a tu oponente sin usar ningún tipo de golpe por debajo de la cintura. Mención aparte merece la relacionada con el mundo británico, en la que muchos señores contaban con su propio luchador que enfrentaban al de otro señor, y que le acompañaba en muchos de sus viajes.

Ejemplo de esto es la entrevista de Camp du Drap d'Or, en la que Enrique VIII, orgulloso de su corpulencia, propuso a Francisco I medirse con él en una lucha. Francisco I logró derribar a su adversario y salió justo vencedor, aunque los documentos nos hablen de la interrupción de esta por parte de sus consejeros. Como veis, otro deporte que iba desde lo más alto a lo más bajo.

-          Bull-baiting, o combate de animales: Era muy frecuente en la Inglaterra de fines de la Edad Media los combates entre animales, aunque tengamos constancia de los mismos a inicios del siglo XI. Este tipo de disciplina, que aunque no se considere deportiva del todo he gustado de colocarla por su interés, radicaba en la creación de un combate entre dos animales a muerte. Lo más común era enfrentar a un perro y un toro.  Una anécdota la encontramos ya en el siglo XVI, concretamente en 1559, cuando la reina Elisabeth ofreció al embajador de Francia una espléndida comida, al fin de la cual se organizaron varios combates entre perros, osos y toros, como narran las crónicas.

El desarrollo era el siguiente: el toro estaba atado con un pesado collar de cuero y una correa de unos cinco metros unida a una argolla fijada a una estaca; por otra parte, los perros estaban sueltos y hacían todo lo posible para aferrar la garganta del animal que, lógicamente, bajaba la cabeza y embestía todo lo que se ponía a su alcance. Una vez el perro conseguía hacer presa no tenía que soltarla. Estos entraban por turnos, y lógicamente vencía el que lograba acabar con el toro.


-          Carreras de cuadrigas: Nos alejamos de la Europa medieval y nos centramos en el Imperio Bizantino, la gran costra oriental, durante la Alta Edad Media. Tomada como herencia de la Época Clásica, y más concretamente a partir del Emperador Justiniano, situándonos en el siglo VI, en el que comenzó su declive hasta su desaparición definitiva unos siglos más tarde, con el advenimiento de las Cruzadas.

Estas competiciones no difirieron mucho de las que conocemos hoy en día por los textos antiguos. Las carreras se realizaban dando vueltas a un enorme campo de arena, y formado por cuatro equipos que vestían colores diferentes para ser rápidamente identificados: azul, verde, rojo y blanco. Estos colores se asimilaban a diferentes categorías sociales, y eran muy frecuentes los sobornos, la extorsión y los favoritismos. Se corría durante una serie de vueltas al campo y el equipo vencedor contaba con la bendición de los propios emperadores.


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    Otras disciplinas y actividades deportivas: Hemos mencionado muchas de las más destacables, pero es importante mencionar la enorme variabilidad geográfica que encontramos en esta época. Así, me gustaría incidir en las actividades deportivas que para muchas poblaciones rurales representaban concursos de elevada importancia, como cortar troncos en el menor tiempo posible, arrastre de piedras durante pequeñas distancias, o lanzamientos de objetos puntiagudos que ya se observa en núcleos de población escandinavos.

Deportes actuales como el remo, el polo e incluso el hockey encuentran en estos momentos su origen, siempre dispuesto de una forma más sencilla y accesible sobre todo al estamento privilegiado. Otros como la natación y el atletismo inundaban los festivales que no fuesen de carácter religioso, pues la Iglesia siempre condenó este tipo de disciplinas deportivas y legisló, junto a muchos monarcas, en contra de su práctica siempre y cuando no atentasen contra el ideal caballeresco, especialmente a partir del siglo XII.


En definitiva, hemos visto que durante la Edad Media los deportes eran algo común y frecuente, fuese cual fuese su origen. Ahora vamos a sugerir algunas ideas relativas a nuestras partidas de fantasía épica. ¿Orcos que juegan a la Soule? ¿Lucha entre dos familias nobles que se arreglan con los PJs tomando parte en un enfrentamiento al Juego de la Palma? ¿Un personaje especializado en algunas de estas disciplinas? ¿Quizá la búsqueda de un mítico artefacto tocado por una divinidad que convierte a su portador en un magnífico jugador de cierto deporte? Como veis, las opciones son muchísimas. Se trata, como siempre intento en mis partidas, de ir un paso más allá de los convencionalismos del género. Entiendo que para muchas mesas de juego la diversión consiste en el saja-raja de turno, pero cuando intentamos darle más complejidad a las partidas en este tipo de ambientaciones, también caemos en una serie de tópicos. Os animo a que toméis este pequeño índice de deportes y lo desarrolléis y apliquéis en vuestras partidas y en las ideas de aventuras que os vayan surgiendo. Darle un toque más profundo y vivo a nuestros escenarios repercute positivamente en la experiencia de juego, y nos demuestra a todos que otras alternativas alejadas de los estándares del género son posibles. Espero que hayáis disfrutado de este primero, y espero no último, artículo dedicado a enriquecer nuestras partidas de rol.

Por último, os dejo con un par de obras de referencia para aquel que quiera indagar más sobre el asunto. Solo os cuelgo el autor y el nombre a fin de no soslayar las diferentes ediciones que hay de muchas de estas obras:

-          LE GOFF, Jacques: El Hombre Medieval
-          RODRIGUEZ LOPEZ, Juan: Historia del Deporte
-          FOSSIER, Robert: Gente de la Edad Media
-      VVAA: Historia universal de la Edad Media (una magnífica obra de referencia de todo el periodo, muy asequible para una lectura menos profunda)

3 comentarios:

  1. Si a alguno le interesa el tema, con motivo de la Semana de la Ciencia, en mi facultad (historia UCM) hay una conferencia sobre deportes medievales ;)

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  2. Casi todos esos deportes ya me sonaban, pero nunca esta de mas aprender algunos nuevos.
    De todas formas, yo ya suelo meter deportes en mis partidas tipo sandbox xD

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  3. Hola! Que buen blog! Quizá te interese el mio, te lo dejo para que le eches un vistazo!
    http://blogoconnell.wordpress.com/

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