domingo, 24 de noviembre de 2013

Día 24: La sesión que menos ha durado

Un día más estamos por aquí con el Desafío de los 30 Días. Como ya adelantaba, si el día anterior estuvimos hablando de la sesión que más ha durado, esta vez me toca hablar de la que menos.

Las sesiones más cortas no han sido, precisamente, porque la partida fuese mal, o porque todos muriesen easy and fast. Han estado vinculadas a jornadas, donde las propias partidas deben ser cortas por definición; yo entiendo como un tiempo corto pero adecuado unas tres horas, media hora más o menos. A partir de ahí, creo que todo se hace demasiado corto o demasiado largo en un emplazamiento que requiere dinamismo, donde la sucesión de actividades y partidas son parte protagonista. Dejando a un lado temas de argumentos y ritmos, lo que está claro es que los asistentes van con esa idea temporal preconcebida.



Esta es una de esas sesiones cortas cortas para jornadas. Dirigía "La Maldición del Loto Negro"; he paseado esa aventura por mil y una jornadas, mil y un sistemas.

Hablando más concretamente, recuerdo dos sesiones bastante cortas, que no llegaron ni a las dos horas: una fue en el XII Salón del Manga de Jerez, dirigiendo sLAng a dos chavales. Tuve que enseñarles a jugar (en un momento), y luego nos pusimos manos a la obra con un pequeño módulo muy sencillote en el que, además, se saltaron un par de encuentros por eso de ir a lo loco (tan típico en jugadores que aprenden). Tuvieron su doble ración de balas, chistes y críticos. No llegamos a las dos horas, pero se lo pasaron tan bien que vinieron el resto del fin de semana a jugar con otros compañeros (volvieron a coincidir conmigo en Aquelarre). La otra partida que recuerdo es similar; fue en las III Jornadas de Rol y Juegos de Mesa de Huelva. Ante la ingente demanda de partidas el sábado tarde, me vi obligado a realizar una de Dungeons and Dragons, ambientada en Anthara, para un grupo de tres neonatos roleros. Los pasos fueron los mismos: explicar un poco de qué va todo y comenzar la partida. Usualmente tengo dos partidas de D&D preparadas siempre para un caso de urgencia, y las he paseado ya por muchas de las jornadas a las que he asistido como Máster al ser fácilmente adaptables a AelMdE o T&M, entre otros. El caso es que les animas más a que interpreten que al hecho de que la historia tenga una especial relevancia. Tardamos casi dos horas también, y todo fue como la seda. Esto me hace plantearme si las sesiones para nuevos jugadores no deberían exceder este tiempo, y creo que la experiencia me ofrece la respuesta.

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